Crearon un libro para niños sobre la obra de Salamone

El material, de lectura escolar, cuenta con una app para apreciar los edificios en realidad aumentada. Ganaron una beca del Fondo Nacional de las Artes.

Anahí González

agonzalez@lanueva.com

El arquitecto e ingeniero Francisco Salamone diseñó y construyó en la década de 1930, en sólo cuatro años, más de 70 edificios públicos de características futurísticas y monumentales en pueblos bonaerenses que habían sido fortineros.

Esas obras generaron grandes cambios en las comunidades en las que se emplazaron, forjaron rasgos de identidad locales y hasta fueron declaradas Monumentos Históricos Nacionales.

Con el objetivo de acercar a los niños a esta vasta producción desde una mirada distinta, más social y cultural que tecnicista, nació el Proyecto Salamone: Un Viaje Monumental.

Se trata de un libro para chicos de 6 a 11 años, de lectura escolar, cuyo objetivo es convertirse en un puente para que los pequeños lectores puedan interpretar de una manera lúdica, atractiva y divertida el impacto que esta obra ha tenido en los distintos pueblos de la provincia de Buenos Aires.

Los autores de la iniciativa son la museóloga Pilar Martínez, el diseñador gráfico Iván Berdén y el joven escritor Blas Belmonte. El proyecto ganó una de las Becas a la Creación del Bicentenario 2016 (para la cual se postularon más de 5.000 artistas del país) otorgada por el Ministerio de Cultura de la Nación y el Fondo Nacional de las Artes.

En diálogo con La Nueva. Pilar Martínez, quien es también autora del producto turístico provincial Los Caminos de Salamone -que une a diez partidos del sur de la provincia- comentó que el libro podrá ser utilizado por docentes y adultos que quieran brindar a sus niños una nueva perspectiva sobre el trabajo de este maestro que supo dejar su impronta.

“Apuntamos al público infantil ya que el único material de lectura escolar que existe sobre Salamone es un catálogo que enumera los edificios y se focaliza en lo meramente arquitectónico utilizando una jerga técnica”, dijo.

El libro es una docu-ficción que narra la historia de dos chicos cuyo abuelo los acompaña a recorrer los monumentos del arquitecto por 10 comunidades bonaerenses. Ellas son Azul, Rauch, Balcarce, Gonzales Chaves, Laprida, Coronel Pringles, Tornquist, Saavedra, Adolfo Alsina y Guaminí.

“Lo pensamos como un viaje estratégico cuyo recorrido pudiera llevarse a cabo en la vida real. La familia de la ficción parte desde La Plata, realiza un recorrido por la ruta 3, se desvía hasta Coronel Pringles, pasa por Guaminí y luego emprende el regreso”, dijo.

La obra se aborda desde una simpática mirada intergeneracional ya que el abuelo de la historia es amante de los clásicos mientras que los chicos utilizan sus celulares durante la travesía. Además cuenta con datos históricos e información destacada en recuadros especiales.

Los capítulos se construyeron desde un abordaje colaborativo ya que se abrió una convocatoria para que fotógrafos, artistas, ilustradores, escritores, músicos, historiadores y demás actores “salamónicos” de las comunidades incluidas pudieran acercar sus materiales y hacer sus aportes.

"Nos interesa que los chicos puedan comprender y asimilar que los lugares en los que vivimos cuentan quiénes somos como comunidad”, destacó.

El libro estará acompañado de una app mobile, de descarga gratuita, a través de la cual podrán interactuar con las obras de Salamone gracias a la tecnología de la realidad aumentada.

“Queremos que contribuya a afianzar las identidades locales y también a reconocer y revalorizar los lazos que unen a los pueblos del sur de la provincia”, contó.

La autora destacó que Francisco Salamone creó sus obras en el marco de un plan de desarrollo del Gobernador Manuel Fresco, de lineamiento fascista, en la famosa década infame.

“Lamentablemente su figura quedó ligada a ello y su persona cayó en el olvido sin un merecido reconocimiento. En las comunidades su obra se naturalizó como otros espacios de la obra pública”, dijo.

La experta destacó que, sin embargo, en la década de 1990 la impronta de Salamone resurgió de la mano de la fotografía. Se generaron los primeros catálogos que denotaban que existían muchos edificios en toda la provincia. Aún hoy continúa el proceso de investigación ya que hay construcciones que parecen ser de su autoría.

De todas formas, tanto a la figura de Salamone como la de sus creaciones las envuelve un halo de misterio, una mística, que hace que turistas del país y del mundo queden cautivados, y sea orgullo para los locales.

Fuente: La Nueva